Vettel tricampeón de la F1

En una carrera cambiante, emotiva y con final incierto hasta el final, Sebastian Vettel se quedó con el título de la temporada 2012 de la Fórmula 1 por tres puntos de diferencia sobre Fernando Alonso y logró el tricampeonato mundial.
El piloto alemán de Red Bull terminó sexto en el Gran Premio de Brasil, en el circuito de Interlagos, en una competencia en la que pasó de todo y tuvo una definición apasionante.
Fernando Alonso, con Ferrari, también aspiraba al título y terminó segundo detrás de Jenson Button, que ganó con McLaren, pero no le alcanzó. El español hizo un gran trabajo y luchó hasta la última vuelta por un campeonato que, a priori, Vettel tenía servido en bandeja. 
La largada resultó increíble, y cambió el escenario de la carrera: Vettel se tocó con Bruno Senna en la primera curva, hizo un trompo, terminó de frente al resto de los autos, y quedó último. Fue un accidente con suerte porque no tuvo grandes daños en su Red Bull y pudo seguir en pista.
Desde entonces, el piloto alemán inició una remontada fantástica para seguirle la huella de Fernando Alonso, que hizo una buena largada y siempre estuvo a la expectativa de meterse en posición de podio.
El asturiano necesitaba ganar y que Vettel termine del quinto puesto para abajo, o ser segundo o tercero y que el alemán baje del décimo puesto. 
Una la vuelta 55, Lewis Hamilton y Nico Hulkenberg, que venían primero y segundo, se tocaron y el inglés quedó afuera de competencia. Esto le posibilitó a Alonso ganar dos puestos, y meterle presión a Vettel.
Para colmo, el equipo Red Bull erró en la estrategia del cambio de neumáticos y Vettel tuvo que entrar dos veces a boxes: primero le pusieron blandos, pero la lluvia obligó a cambiar por intermedios para las últimas 16 vueltas.
El tramo final de la carrera en San Pablo, con el asfalto mojado por la lluvia, resultó no apto para cardíacos. Con Alonso segundo e intentando la hazaña del campeonato. Y con Vettel haciendo cuentas para saber si le alcanzaba con el sexto puesto o si necesitaba algo más.
Por un accidente de Paul Di Resta, la última vuelta se corrió con el auto de seguridad, sin posibilidad de sobrepaso. La Fórmula 1 no merecía ese final. Alonso y Vettel tampoco.