El Xeneize le ganó 2 a 1 a Independiente y se vengó de la eliminación en la Copa Sudamericana.
Tal como venía ocurriendo en los últimos partidos que protagonizaron Boca e Independiente en la Bombonera, se dio un muy buen partido. Fue un ida y vuelta, con ocasiones para ambos equipos y que terminó con la victoria del Xeneize por 2 a 1, para quedar en soledad en lo más alto del Torneo Inicial.
El conjunto local comenzó mejor el encuentro, con un Juan Sánchez Miño muy enchufado pero que no pudo cerrar dos situaciones claras que tuvo. El Rojo también avisaba y con el correr de los minutos empezó a emparejar la historia. A los 22, ante un Boca que se fue quedando, llegó la primera emoción: gran jugada individual de Osmar Ferreyra dentro del área que, luego de desviarse en Matías Caruzzo, terminó en el 1 a 0. Alegría en la visita, pero que duró muy poco, porque cuatro minutos después un cabezazo de Santiago Silva dejó todo como al principio.
Así se fueron al descanso, con el encuentro 1 a 1 y con la certeza de que aún quedaban emociones. Y así fue. En el inicio del complemento Sánchez Miño aprovechó un error defensivo y, luego de una buena maniobra, fusiló a Hilario Navarro, para marcar el 2 a 1. A partir de allí, los dirigidos por Falcioni empezaron a manejar los tiempos. El Rojo era el dueño de la pelota, pero no lastimaba y el Xeneize, con poco, hasta pudo haber ampliado la ventaja.
Fue victoria para el conjunto de la Ribera, que al finalizar la fecha 7 seguirá como único líder y, de paso, se vengó del equipo que lo eliminó de la Copa Sudamericana. Además, cortó una racha negativa: la última vez que le había ganado a Independiente en la Bombonera, fue en el Apertura 2006, 1 a 0 con gol de Matías Silvestre. Por su parte, el Rojo no puede levantar cabeza, sigue en zona de descenso directo y el Tolo Gallego acumula dos derrotas y un empate.
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