Luciano Vietto, de 18 años, marcó tres goles en la victoria por 3 a 1 ante San Martín de San Juan.
No hay que apresurarse ni ser exagerados, pero qué lindas que son las apariciones de pibes como Luciano Vietto. Más allá de lo que pueda aportarle a la Academia de aquí al futuro, también es una bocanada de aire al fútbol argentino. Trae frescura, picardía y deshinibición. Fue todo lo que le aportó hoy a Racing, con tres tantos, en la victoria por 3 a 1 ante San Martín de San Juan.
El pibe, de 18 años, debutó en octubre del año pasado con el Cholo Simeone y tiene pocos partidos en Primera. Zubeldía le dio el apoyo y él no falló. En el primer tiempo, marcó un golazo, tras un remate que se metió en el ángulo. Los primeros minutos, como en casi todo el partido, fueron mal jugados, pero con mucha más dinámica y emociones de lo que suele verse en el fútbol argentino.
En la segunda parte, Racing empezó dormido y lo pagó. Riatto, con otro golazo, marcó el empate. Hasta que llegó el salvador: Vietto, de cabeza, puso el 2 a 1, y unos minutos más tarde estiró el marcador con una aparición goleadora en el área. Sobre el final del partido, quedó tiempo para la atajada heroica de Pelletieri, que tuvo que hacer de arquero por expulsión de De Olivera.
Racing jugó mal, pero encontró en la inspiración de un pibe todas las carencias de juego que muestra en este torneo. Tendrá que replantearse seriamente Zubeldía si Vietto merece ir al banco tras esta actuación. Sus goles fueron todo eso que no abunda. Algo distinto.
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