Igualó 2 a 2 ante Quilmes, cuando tenía la victoria en el bolsillo. El equipo de Pizzi quedó en zona de descenso.
No le sobra nada. San Lorenzo juega mal, todo le cuesta y sufre en cada partido. Está destinado a los lamentos este equipo. El Ciclón le ganaba 2 a 1 a Quilmes pero, en la última jugada, una desatención en la pelota parada permitió al Cervecero poner las cosas iguales. De esta manera, el equipo de Pizzi quedó en zona de descenso y los de De Felippe fuera de la zona de descenso.
Juega con demasiado contexto encima el equipo de Juan Antonio Pizzi. Por eso, cuando Quilmes se puso en ventaja, con gol de Cauteurccio, los murmullos en el Nuevo Gasómetro cayeron en las espaldas de los jugadores con mucho peso. Encontró aire gracias a una inspiración de Aguiar, que le metió un gran pase a Ruiz. Pocos minutos después, el propio Aguiar metió el 2 a 1 tras una gran jugada. Sobre el final de la primera parte, Migliore le atajó un penal a Cauteruccio.
En el complemento, aguantó todo lo que pudo, pero fue demasiado amarrete. Intentó meter algún contraataque pero siempre falló. No supo defenderse. Sobre el final, un cabezazo de Mandarino dejó las cosas iguales. San Lorenzo sólo sabe sufrir.
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