Perdió 1 a 0 ante el Santos, que consiguió el pase a las semifinales de la Libertadores desde los doce pasos. El Fortín jugó con uno menos por expulsión de Barovero.
Se paró mano a mano ante el cuco del campeonato, el defensor de la corona. Fue inteligente y, pese a las desventajas, no se mostró temeroso. Jugó a lo campeón. Vélez estuvo cerca de hacer el milagro, pero se quedó con las ganas. Perdió por penales luego de ser derrotado por 1 a 0 en los 90 minutos ante el Santos, que avanzó a las semifinales de la Copa Libertadores, donde jugará ante el Corinthians.
Salió de igual a igual. El equipo brasilero hizo mucho ruido y generó ilusiones, pero no fue un verdadero equipo. Peruzzi, desde el lateral derecho, se comió a Neymar, que no gravitó. Aunque al conjunto de Gareca le faltó peso ofensivo, hizo un planteo sin mezquindad, como para llevarse la clasificación. La expulsión de Barovero, a los 40 del primer tiempo, cambió las cosas. El entrenador se vio obligado a poner a Montoya en lugar de Obolo y Vélez perdió una referencia de área.
En el complemento, Santos fue un equipo asustado ante otro calmo que sabía lo que tenía que hacer. El Fortín casi no atacó, es verdad, pero mucho más otras alternativas no le quedaban. Intentó con el Burrito Martínez y tuvo algunas oportunidades, pero le costó. El equipo brasilero presionó sin ideas y se desesperó. Encontró el 1 a 0 casi de fortuna con un buen remate de Kardec, cuando parecía que no tenía claridad para ir a buscarlo.
En esa misma cancha, hace quince días, Santos le había hecho ocho goles al Bolívar. Ante Vélez, fue un equipo sumiso. Pero aún así, el Santos sigue siendo el campeón. En la jugada del gol del Kardec y en la personalidad para los penales lo demostró una vez más. El Fortín, por el otro lado, puede volver a la Argentina con la frente en alto.
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