Los malditos penales. La suerte de los penales. Boca, en reiteradas ocasiones, demostró estar apto para llegar a esa instancia. Sin embargo, Lanús se quedó con las ganas de seguir avanzando en la Libertadores.
El equipo de Gabriel Schurrer salió a buscar el triunfo desde el primer minuto. A Diego Valeri le costó mucho ser el conductor de Lanús, y sus compañeros lo sintieron. Vasco estuvo atento a cada contra, y no perdonó: Nilton, con un derechazo desde afuera del área, abrió el partido y ponía al Granate en una situación comprometedora.
Mariano Pavone fue, una vez más, la llave de su equipo. Con su gol, a los 15 minutos del complemento, cambió rápidamente la atmósfera en el Sur: Lanús sintió que podía cambiar la historia. Fue puro empuje, pura voluntad. Silvio Romero entró para darle más volúmen al ataque, y se juntó con Mauro Camoranesi y Teo Gutiérrez. Justamente fue el colombiano el que volvió a cantar victoria. Luego de un remate desde lejos de Maxi Velázquez, el delantero capturó el rebote del arquero para poner en ventaja a su equipo. Los penales era una realidad. Ambos equipos iban a decidir su continuidad en la Copa desde los 12 pasos.
Lanús: Regueiro (gol), Romero (falló), Velázquez (gol), Camoranesi (gol) y Fritzler (gol).
Vasco da Gama: Felipe (gol), Juninho Pernambucano (gol), Carlos Alberto (gol), Renato (gol) y Alessandro(gol).
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