Limpió a Unión Española en tierras chilenas y ya piensa en su próximo rival: ¿Inter de Porto Alegre o Fluminense?. Juan Román Riquelme fue la llave del equipo y se puso al equipo a sus hombros. Los chilenos, que sorprendieron a la defensa de Boca en dos oportunidades, no pudieron hacer nada para bajar al equipo argentino.
Boca manejó con tranquilidad el trámite del primer tiempo. Fue superior y en ataque se recostó en Juan Román Riquelme, de buenos 45 minutos. Pablo Mouche, muy picante y movedizo, fue clave para abrir la cancha y le generó más de un problema a los laterales chilenos.
Unión Española fue tibio y jugó con menos claridad que en el encuentro de ida. Todos los centros que cayeron al área Xeneize fueron propiedad de Agustín Orion, que respondió con seguridad en cada pelota. De cabeza llegaron las chances más claras: dos testazos de Schiavi estuvieron cerca de besar la red del estadio chileno. Juan Manuel Insaurralde, tras un centro razante de Riquelme, abrió el marcador con un zurdazo intajable. Boca se fue al descanso con un pie en los cuartos de final.
Lluvia de goles en el segundo tiempo. JRR quedó mano a mano y asistió a Pablo Mouche para que convierta el segundo tanto del partido. La alegría duró poco para el Xeneize. Pineda, con un derechazo inatajable, descontó para el conjunto chileno. Sin embargo, el show de Juan Román Riquelme continuó: tras una contra, el enganche dejó tres rivales en el camino y no falló en el mano a mano ante el arquero rival. Una vez más, Unión Española reaccionó: Insaurralde cometió un penal y Jaime aprovechó el rebote que dio Orion luego de taparle el remate a Herrera.
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