jueves, 23 de agosto de 2012

Farias volvió a amargar a Boca; empate en 3 en La Bombonera



El Xeneize estuvo siempre en ventaja en el marcador sobre Independiente, pero el delantero del Rojo lo empató sobre la hora, de penal.
Como en aquella noche del 5-4 de Independiente, el Rojo amargó a Boca. Otra vez, sobre la hora, Farías volvió a gritarle un gol en la cara al Xeneize. Fue un partido cargado de emociones, con golazos y grandes errores en defensa. Fue 3 a 3 en la Bombonera; la semana que viene se enfrentarán en Avellaneda en el encuentro de vuelta.
Se estudiaron en los primeros minutos, pero Boca se soltó rápidamente. Juan Sánchez Miño, como contra All Boys, manejó las riendas del equipo y trató de asociarse siempre con Clemente Rodríguez, de buen primer tiempo. Santiago Silva aprovechó un error de Galeano en defensa y a los 15, y desde afuera del área, abrió el marcador. Era todo del equipo de Falcioni, pero desperdició claras chances de aumentar la ventaja.
¿Independiente? Una sombra. No estuvo en el primer tiempo, y el único que intentó atacar y dañar a la defensa local fue el chico Vidal. Fue el mismo juvenil quien desbordó por la izquierda y asistió a Santana, que sólo tuvo que empujar para igualar la historia en la Bombonera. Boca, que había sido superior, respondió rápidamente con un zapatazo de afuera del área de Somoza. 2-1 arriba al vestuario.
Los primeros 15 minutos del complemento fueron de terror para Boca. Lo que construyó se vino abajo. Una mala salida de D'Angelo terminó en gol de Rosales, y la impotencia invadió al Xeneize: expulsado Schiavi en la jugada siguiente por doble amonestación. Falcioni metió a Albín para acomodar la defensa, y a Lautaro Acosta (entró por Blandi) para tener más velocidad y desborde en ataque.
Poco claro y tedioso. Con el transcurso de los minutos, Independiente hacía su negocio. Pero a falta de 13 minutos llegó el tercero de Boca: Albín recuperó, desbordó y le hicieron falta. Como resultado, Battión se fue expulsado. Y Sánchez Miño, de tiro libre, la puso pegadita al palo con un zurdazo. Golazo en la Bombonera y fiesta. Pero la historia no estaba terminada: Clemente bajó a Leguizamón en el área y Farías cambió el penal por gol a los 90.
Fue una daga en el corazón para el hincha de Boca, mientras el de Independiente se sumergía en un mar de felicidad. Otra vez, como en la noche del 5-4, el Rojo le arrancó una sonrisa al equipo de Falcioni. Una vez más, Farías fue el héroe.

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