La Argentina perdió por 109 a 83 ante Estados Unidos, que estuvo imparable. El domingo, a las 7, el equipo de Ginóbili irá por la medalla ante Rusia.
Su trabajo está hecho. Ya son dorados, como bien lo indica su apodo como equipo. La Selección de básquet argentina representa al deporte en conjunto más representativo del país. No hay otro que represente los valores como la Generación Dorada: sacrificio, amor por la camiseta, talento y muchas virtudes. Por eso, pese a la contundente derrota ante Estados Unidos por 109 a 83, no dejaron de ser grandes. El domingo, a las 7, irán por la oportunidad de conseguir la medalla de bronce ante Rusia.
Casi no hubo momentos para ilusionarse. Siempre que entró un triple de Ginóbili, vinieron dos de Durant. Cuando Delfino encestaba un doble, venía la respuesta de Lebron James o Kobe Bryant. Así fue durante todo el partido. Por eso, fue imposible hacerle partido al Dream Team.
El corazón mantiene al equipo de Lamas entre los mejores de cada torneo, las piernas no. Ya no es la misma historia la de esta enorme generación, que consiguió la medalla dorada en Atenas 2004 y la de bronce en Pekín 08. El domingo será un partido más que importante para este equipo. Se trata de la posibilidad de concretar una despedida -de algunos jugadores- gloriosa. Aunque ya no les queda mucho por demostrar.
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