Le ganó 2 a 1 a Godoy Cruz, en la Bombonera, pero jugó muy mal. Hubo ovaciones para Palermo y Schiavi. Los hinchas insultaron a Falcioni y Angelici. El pedido por Riquelme.
El último partido del año de Boca fue una síntesis del 2012 Xeneize. Sobraron los escándalos y las convulsiones. Ni siquiera en la despedida del Flaco Schiavi, uno de los grandes ídolos de la historia del club, pudo tener un poco de paz. Consiguió una victoria agónica por 2 a 1 ante Godoy Cruz, en la Bombonera, pero jugó muy mal. El partido que tuvo de todo: insultos a Falcioni, Angelici, apoyos a Riquelme, amenazas de la barra y más.
Desde el episodio nunca esclarecido en Venezuela, que fracturó la relación del plantel con el cuerpo técnico, que las cosas salen muy forzadas. Hasta la final de la Copa Libertadores fue un hecho que terminó siendo lastimoso para los hinchas, con la salida de su ídolo máximo, Juan Román Riquelme. Más allá del resultado, la clave estuvo en lo mal que jugó: el equipo no contagió absolutamente nada.
Entre las ovaciones a Schiavi y a Palermo, que pisó la Bombonera en el increíble rol de entrenador, hubo de todo. En el entretiempo, después de 45 minutos horribles, los insultos a Falcioni fueron mayoritarios. También hubo un repudio a Angelici y un pedido de guerra por Riquelme. La barra insultó y amenazó a los plateístas que cantaban contra el presidente del club. Fue una radiografía de la situación de Boca. Está más partido y fracturado que nunca.
El partido fue malo. Godoy Cruz, con orden y paciencia, se puso en ventaja con gol de Cooper. Pocos minutos después lo empató Pol Fernández. Sobre el final, el Tomba se metió muy atrás y Blandi lo aprovechó para poner el 2 a 1 definitivo. En Boca no hay paz. Fue así durante casi todo el 2012.
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