viernes, 27 de abril de 2012
El Bilbao de Bielsa en la final
Desde su llegada, a finales del 2011, Marcelo Bielsa cambió las cosas en el Athletic Bilbao. De un equipo frío a uno caliente. De un actor secundario a uno protagonista. De un club lejos de la pelea por uno que ya está en la final de la Copa del Rey y ahora en la Europa League. El Athletic le ganó 3 a 1 al Sporting Lisboa y avanzó al partido decisivo, donde se medirá ante el Atlético de Madrid, el 9 de mayo, en Bucarest.
Hizo todo bien el equipo de Bielsa. Salió agresivo, con el juego que lo caracteriza desde que el entrenador argentino ocupa el banco de suplentes vasco: velocidad, ritmo y ataque. Laskurain, a los 17 minutos del primer tiempo, abrió el marcador. Pero los portugueses llegaron al empate por intermedio de Wolfswinkel. Cuando se terminaba al primera parte, apareció Ibain Gómez para poner el 2 a 1.
El complemento se presentó con más fricción y menos juego. Los nervios y el cansancio, como pasó en las semifinales de la Champions League, influyeron en el juego del partido. Fue Llorente, un crack, el que hizo la diferencia. El centrodelantero, alma y espíritu del equipo, marcó el 3 a 1 cuando faltaban dos minutos para el final.
Más allá de los resultados, que terminaron siendo positivos, la gran virtud del equipo de Bielsa es su forma de ser. Juega con convicción, tiene un estilo, no le tiene miedo a nadie y demuestra personalidad en las paradas bravas. El 9 de mayo, ante el equipo de Simeone, se puede esperar una gran final.
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