Se sintió incómodo durante todo el partido. La pasó mal. Por momentos no pareció ser un equipo puntero, mostró una faceta fría y poco convincente. Boca jugó mal y perdió 2 a 1 ante Tigre, en Victoria. Cachete Morales abrió el marcador, de tiro libre, Insaurralde igualó las cosas y, cuando parecía que el Xeneize salvaba el empate, apareció Schiavi con un tanto en contra, para que el Matador tuviera su fiesta.
El experimento del entrenador de Boca no funcionó. Cunado todos creían que jugaría con un 4-4-2, ante las ausencias de Riquelme y Chávez, enganches naturales, probó con Silva, Cvitanich y Mouche en el ataque. Pero este último terminó jugando de mediocampista por izquierda y no pesó en ataque (Clemente Rodríguez llegó al área mucho más que él).
Por momentos le costaba tanto generar peligro que costaba creer que ese equipo era líder del torneo. Silva y Cvitanich chocaban y casi ninguno de los volantes (Erviti, nada, Ledesma, un poco más) llegaba al área. Boca, que no perdía de visitante hace un año (en abril, ante Lanús por 2 a 0), ahora comparte la punta del Clausura, con Newell´s, con 20 puntos.
Tigre hizo un partido inteligente y fue superior (Luna y Maggiolo complicaron siempre a la defensa). Con el golazo de Cachete Morales, de tiro libre, supo jugar con la ventaja. Una ráfaga de Boca, de los 35 a los 40 del complemento, le alcanzó para demostrar su potencial. Insaurralde aprovechó un rebote en el área rival y puso las cosas iguales. Cuando parecía que todo terminaba en empate, Schiavi, en contra, le dio la victoria al Matador.
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