Aunque tenía la clasificación en el bolsillo, Schurrer decidió poner lo mejor para terminar en el primer lugar y cerrar la etapa de clasificación con una buena imagen, en un escenario y rival complicados. Al final, el plan le salió casi sin quererlo. Aunque se quedó en lo más alto del Grupo 2, Lanús hizo un flojo partido ante el Flamengo, que ganó 3 a 0 pero se quedó afuera de la fase de grupos, luego de la victoria de Emelec ante Olimpia por 3 a 2.
Alcanzó con Ronaldinho caminando por la cancha y destilando parte de la magia que acostumbró a poner en práctica a lo largo de su carrera. Un par de pases gol y alguna gambeta sirvieron para desequilibrar el partido ante un equipo sin alma que dejó en claro que para jugar al fútbol, lo primero es la motivación y las ganas. Welinton, Deivid y Antonio fueron los autores de los goles.
El estadio semivacío de Río de Janeiro era un reflejo de la situación del Flamengo: ni hinchas ni jugadores tenían fe. Debían ganar y que ni Emelec ni Olimpia consiguieran los tres puntos. Cuando parecía que iba a conseguir la clasificación, se quedó con las manos vacías en una tremenda definición: iban 1 a 1, luego Emelec pasó al frente cuando faltaban cinco, lo empató Olimpia cuando quedaban dos y el equipo ecuatoriano logró la épica victoria a uno del final. Increíble.
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