El delantero, de 32 años, recibió un trasplante de riñón hace dos meses y se ilusiona con volver a jugar al fútbol tras dos años de inactividad.
Casi dos meses pasaron desde que Luciano Galletti entró al quirófano para ganar el partido más complicado. El 2 de octubre fue trasplantado y recibió un riñón de su papá para mejorar la calidad de vida, y encarar con ilusión y mucha voluntad su gran sueño: volver a jugar al fútbol.
Hoy, Galletti recibió el alta médica y el visto bueno para volver a entrenarse formalmente con un plantel profesional, compartir un vestuario y ponerse los botines. Por eso mañana comenzará a practicar en Estudiantes de La Plata, que le abrió las puertas para seguir con su puesta a punto física.
Después de algunas semanas de reposo y cuidados intensivos, el Tanito llevó adelante un entrenamiento paulatino y progresivo de la mano del profe Nicolás Lanfranco, en el predio Roma 9, y en un gimnasio de City Bell. Todo a pura ilusión y esperanza.
Poco a poco disminuyó la dósis de medicamentos para sobrellevar el trasplante y desde mañana el delantero, de 32 años, podrá darse el gusto de volver al Pincha, donde se formó como futbolista, y de donde se fue en 2001 para jugar en Zaragoza, Atlético Madrid y Olympiacos.
"Fue todo muy rápido. La recuperación es muy buena. El primer mes fue el más complicado con el tema de las posibles enfermedades porque me bajaron mucho las defensas para que el organismo no rechace el riñón", destacó Luciano. "El objetivo es llegar bien físicamente para hacer la pretemporada de enero. Voy a intentar volver a jugar al fútbol, ese es mi sueño", agregó el exfutbolista de la Selección argentina, y que hace dos años tuvo que dejar de jugar por una nefrósis.
El sábado, en el Country de City Bell, no será un día más. A Galletti lo están esperando con los brazos abiertos. Vuelve a su casa. Vuelve a Estudiantes.
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