martes, 14 de agosto de 2012

Independiente - Vélez, un empate con poca luz



Igualaron 0 a 0, en un partido flojo, en Avellaneda. El encuentro fue demorado por un corte de electricidad.
Pareció un simbolismo. Las torres de iluminación de la cancha de Independiente estuvieron apagadas más de 25 minutos. Fue lo mismo que pasó con la cabeza y los pies de los jugadores del Rojo y Vélez, pero durante todo el partido. Estaban apagados. Como si fueran camaleones, que se adaptan a la situación en la que se encuentran, se mimetizaron con el contexto del encuentro: confusiones, extrañezas y falta de claridad. Fue 0 a 0, en un partido malo.
Era difícil jugar bien al fútbol. El campo de juego, con mucho barro, agua y demasiado inestable (por esta razón se suspendió el partido que debía jugarse el sábado), era demasiado complicado para poder jugar bien al fútbol. En la primera parte, fueron sólo algunas intenciones. Vélez demuestra ser un equipo con intenciones de tratar bien la pelota, pero perdió muchos jugadores importantes y su plantel ya no es el mismo. Todo pende de la creación de Insúa y no mucho más.
En la segunda parte, Independiente, un equipo demasiado limitado, no pudo sacar ventaja ni con un hombre de más, luego de la expulsión de Cerro. Casi no creo situaciones de gol y el que estuvo más cerca de ganarlo fue Vélez.
Luces apagadas. Casi nada de iluminación, en una jornada teñida por la falta de seriedad y, lo más importante, la falta de juego.

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