Le ganó 4 a 0 a Irlanda, con dos goles de Torres, Silva y Fábregas. El equipo de Del Bosque es líder del Grupo C junto a Croacia, con cuatro puntos.
Vicente Del Bosque tuvo la gran virtud de entender en lo que había fallado el equipo en el primer partido de la Eurocopa: faltó peso en el ataque. Por eso, el entrenador decidió sacrificar a un mediocampista para tener un referente en el área como el Niño Torres. Y fue todo un éxito. España volvió a bailar ballet. Le ganó 4 a 0 a Irlanda y se ubicó en el primer lugar del Grupo C, con Croacia.
Todo el ritmo y circuito de juego que había tenido ante Italia lo volvió a repetir, pero esta vez le agregó agresividad, la furia por hacer goles y más goles. España demostró que está varios escalones por arriba del resto. El Niño Torres, a los cuatro minutos, abrió el marcador tras una buena definición. El jugador del Chelsea, que llegó a la Eurocopa con algunas dudas por su nivel, fue la gran figura del partido.
En el complemento, el conjunto de Del Bosque enloqueció al de Trapattoni de la mano del toque, la posesión de la pelota y el talento. Lirismo en su máxima expresión. En la segunda parte llegaron más goles de la mano de Silva (endemoniado por las bandas), Torres y Cesc Fábregas, que fue el que tuvo que quedar en el banco por el delantero del Chelsea.
España demostró que es la gran candidata. No sólo ganó y consiguió casi medio pasaje a los cuartos de final, si no que volvió a convencer a todos de que su fútbol es el mejor de todos. Cada partido es un argumento más para determinarlo.
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