La mezcla de sensaciones era explosiva: primero, una forma de largar los nervios tras un largo partido que atravesó todos los momentos emocionales. Después, una alegría, con el reconocimiento de la importancia que tuvo el punto. Decisivo, crucial. La dupla argentina de Nalbandian y Schwank le ganó a la de Cilic-Karlovic por 3 a 2 (3-6, 7-6 (6), 6-3, 6-7 (6) y 8-6) para poner a la Argentina en ventaja por 2 a 1 ante Croacia, por los cuartos de final de Copa Davis.
Nervios, imprecisiones y falta de lucidez fueron características del partido que llegó a las casi cinco horas de juego. La diferencia en el equipo de Martín Jaite estuvo en saber no fallar en los momentos claves. Nalbandian y Schwank intercambiaron momentos de lucidez, aunque nunca terminaron de brillar. El saque fue el aspecto que mejor dominaron, ante algunas fallas en la red o los golpes largos.
Hubo que remar más de la cuenta, todo pareció forzado. La derrota en el primer set preocupó por la facilidad de los croatas en llegar al 6-3. Pero llegó la reacción argentina, más psicológica y emocional que tenística. Gran victoria en el tie break del segundo y una cómoda victoria en el tercero. Pero los croatas rescataron el cuarto período en un dramático tie break. En el quinto, el desequilibrio llegó en el 7-6, cuando las piernas -y la cabeza- comenzaban a fallar.
La dupla Nalbandian-Schwank vuelve a dar réditos y confirma no sólo su potencial, sino también su gran presente juntos, en condiciones de jugarle a cualquier pareja del mundo. Consiguieron un punto de oro que podría torcer a favor una serie que se presenta con grandes dificultades.
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