Irreconocible. Una versión fría y fuera de lo común. Una sombra. Juan Martín Del Potro quedó eliminado en los octavos de final del Masters 1000 de Roma tras perder por 6-4 y 6-1 ante el francés Jo Wilfred Tsonga. El tandilense tuvo un partido para el olvido, en el que se mostró mal físicamente.
Del minuto uno hasta el final, Delpo pareció sufrir el partido. Un dato no es menor. Su arma letal, el saque, estuvo ausente, sin puntos de servicio. Con poca agresividad, el tandilense hizo 11 winners y 28 errrores no forzados en una hora y 23 minutos.
Tsonga hizo todo bien y nunca detuvo la marcha ante un rival que parecía inestable por una molestia física. El francés aceleró en el segundo set e hizo la diferencia. En cuartos de final se medirá ante Novak Djokovic.
Por primera vez en la temporada, las alarmas en el juego y la situación física se encendieron. El nueve del mundo tuvo un flojo partido pero, además, lució como sintiera una verdadera molestia, justo cuando faltan pocos días para el inicio de Roland Garros, uno de los grandes objetivos. Llegó al final del partido con una imagen extraña: tenía ganas de que se terminara lo antes posible.
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