Fue un punto con diferentes sabores. Por un lado, la alegría de no haber perdido en una cancha difícil, ante un rival complicado y con un hombre menos durante buena parte del partido. Por el otro, la bronca porque aún con varios factores en contra lo pudo haber ganado e igualado a San Lorenzo en zona de Promoción. Tigre empató 1 a 1 ante Colón y quedó a dos unidades del Ciclón, que respira algo aliviado.
No hay dudas de que el equipo de Arruabarrena es uno de los mejores del torneo. Aunque pasa por una situación complicada y arrastra campañas muy malas que lo obligan a sufrir, juega como un equipo que quiere ser campeón. Tigre se impuso a un duro golpe, cuando Prediger abrió el marcador de cabeza al minuto de juego. En poco tiempo, el Chino Luna marcó el empate y, cuando parecía que lo daba vuelta, llegó otra mala para el Matador: Lucas Orban fue expulsado y dejó al equipo con uno menos desde la mitad del primer tiempo.
En el complemento, Colón lo fue a buscar ante un rival que buscó aprovechar alguna que otra contra. Al conjunto de Sensini le faltó claridad, casi no creo situaciones de peligro. Tigre, por el otro lado, tuvo la gran oportunidad en el penal de Román Martínez que fue atajado por Diego Pozo.
En un camino de sufrimiento, por lo cruel de los promedios, Tigre se mantiene con la frente bien alta. Aunque masticó algo de bronca por el empate, tiene con qué ilusionarse. Le sobra equipo y actitud para salvarse del descenso.
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