Para el infarto. Así vivieron los hinchas de San Lorenzo el partido ante Olimpo. Mucho sufrimiento, demasiado. Las caras de los presentes en el Nuevo Gasómetro lo decían todo. Recién sobre el final el Cuervo logró quedarse con un punto que no sirve, porque jugó ante un rival directo por la permanencia.
Aburrido primer tiempo. San Lorenzo fue el protagonista de un monólogo aburrido, frío. Tuvo y manejó la pelota, pero no pudo romper la sólida defensa de Olimpo. El equipo de Walter Perazzo no generó ninguna chance de gol y dio una pobre imagen.
En el complemento el Cuervo fue por todo. Gigliotti tuvo su chance de cabeza, pero el arquero Matías Ibáñez le negó el grito. Julio Buffarini fue una constante por derecha: defendió bien y se proyectó con criterio. Pablo Alvarado, de chilena, casi abre el encuentro luego de un córner. Sin embargo, y en la única oportunidad que tuvo, Olimpo no falló: centro desde la izquierda y frentazo de Néstor Bareiro.
Los murmullos de los hinchas comenzaron a bajar desde la tribuna. El equipo bahiense, sin merecerlo, se estaba llevando tres puntos de oro. La cara de Ricardo Caruso Lombardi lo decía todo. Y San Lorenzo no podía. Carlos Bueno tuvo su chance, pero Ibáñez volvió a impedir la explosión de alegría de la hinchada local. Sobre el final, una corajeada y un centro de Buffarini terminó en gol de Gigliotti, que aprovechó la mala salida del arquero rival.
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