Le ganó 1 a 0 a Atlético Rafaela y sigue afuera de la zona de descenso. Hubo celebraciones por la ley de Restitución Histórica.
Está destinado a sufrir. La historia de San Lorenzo así lo indica. Hoy jugó un partido aceptable, y aunque la pasó mal en el segundo tiempo, pudo sumar de a tres ante un rival directo en la lucha por la permanencia. Hoy la gente del Ciclón festejó por partida doble: hubo una fiesta en la previa para celebrar la vuelta a Boedo. Fue 1 a 0 a Atlético Rafaela.
Manejó la pelota, el trámite y las tribunas. San Lorenzo no dio una clase de fútbol, pero sí maniató y obligó a Rafaela a sólo pensar en defender. El pibe Ruiz la pidió siempre y fue el nexo entre los volantes y los delanteros. Bordagaray alternó buenas y malas, como ante Unión, pero fue clave en la jugada del gol de Stracqualursi. Afuera, los hinchas hacían su fiesta cantando siempre por el regreso a Boedo.
Y San Lorenzo se dejó estar en la segunda mitad. Le regaló la pelota a la Crema, que no tuvo ideas y sólo intentó sorprender con una lluvia de centros cruzados. Migliore y los centrales siempre cortaron bien. Mercier le dio tranquilidad y manejo en la mitad de la cancha, y Buffarini sacrificio y desborde por la derecha. Stracqualursi, que viene dulce y amigado con la red, no pudo liquidarlo en dos situaciones claras que tuvo.
Respira el Ciclón. Respira su gente. El equipo de Pizzi, por ahora, sigue afuera de la zona de descenso. Tendrá otra semana tranquila para trabajar y preparar el encuentro que se viene: Argentinos Juniors. Rafaela, en cambio, recibirá en su casa a Colón.
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