miércoles, 12 de septiembre de 2012

Con una actuación floja, Argentina consiguió un punto en Perú



La Selección igualó 1 a 1 en Lima. Zambrano e Higuaín hicieron los goles.
Un partido muy flojo de la Selección en todas sus líneas. Tibieza en defensa, poco criterio en la mitad de la cancha y poco peso en ataque. El equipo de Alejandro Sabella sólo tuvo una clara, y Gonzalo Higuaín la mandó adentro del arco de Valverde. Así, Argentina quedó como único líder en las Eliminatorias con 14 puntos.
Un comienzo para el olvido. Ni el más pesimista pensaba que Perú iba a tener un penal a favor a los dos minutos, tras una falta grosera e infantil de un Di María. Desde los 12 pasos, Claudio Pizarro desaprovechó su chance: Sergio Romero tapó bien el remate del delantero.
Los primeros minutos se jugaron con mucha intensidad por parte de Perú, que se cerró bien atrás ante cada tenencia de pelota de la Selección argentina. El equipo de Alejandro Sabella no se pareció en nada al que derrotó el viernes a Paraguay, y sufrió la ausencia de un generador de juego. Lionel Messi casi no participó, y los pelotazos para Ezequiel Lavezzi fueron una constante.
Mejor en la cancha, Perú logró abrir el marcador. Tras una gran jugada colectiva, Carlos Zambrano metió el primer gol del partido. ¿Argentina? Sin reacción. Le faltó claridad para generar situaciones de gol y precisión para defender. Advíncula y Farfán hicieron estragos en el sector izquierdo: Di María no sumó en ataque y tampoco retrocedió para ayudar a Marcos Rojo.
Pero una vez más el poderío ofensivo de Argentina quedó expuesto. Lavezzi desbordó por la derecha y asistió a Higuaín, que apareció en el medio del área para mandarla a guardar. Silencio total en el estadio Nacional de Lima, que no podía creer la efectividad de la delantera visitante. Sin merecerlo, el equipo de Sabella se fue al descanso con el marcador igualado.
El trámite en el complemento no cambió. Perú salió mejor y Argentina esperó. La presión de los delanteros locales obligó al pelotazo constante de la defensa argentina, y a la Selección le costó horrores hilvianar tres pases seguidos. Ramírez casi logra el segundo gol local, pero su remate besó el palo izquierdo de Romero.
La Foquita Farfán estuvo imparable. Por la izquierda, por la derecha, por el medio. El delantero la rompió y volvió loco a toda la defensa argentina. Messi no tuvo peso ofensivo, y bajó en reiteradas ocasiones hasta la mitad de la cancha para buscar la pelota. No fue la noche de la Selección, que jugó uno de los partidos más flojos en la era Sabella.

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