El Merengue estuvo dos veces abajo del equipo dirigido por Roberto Mancini, pero con amor propio y Cristiano Ronaldo terminó celebrando. Terrible estreno de Champions League.
Le costó mucho, muchísimo. Por eso el festejo alocado de José Mourinho y compañía al final del encuentro. Con un agónico gol de Cristiano Ronaldo, el Real Madrid dio vuelta una historia increíble y le ganó 3 a 2 al Manchester City, por el debut en la Champions League.
Desde que comenzó el encuentro, fue el Merengue el único que quiso asumir el protagonismo. Así, empezó a acorralar a los dirigidos por Roberto Mancini y con el correr de los minutos empezó a merecer ponerse arriba en el marcador. Pero una genial tarea de Hart lograba mantener el arco visitante en cero. Así se fueron al descanso, con un sólo equipo asumiendo el compromiso en el juego, pero que no podía concretar sus situaciones.
En el complemento la historia volvía a repetirse, aunque de a poco el City comenzó a animarse más. Y cuando algún pesimista pensaba que la historia podía terminar sin goles, llegaron todos juntos: a los 23, Edin Dzeko aprovechó una genial contra y puso en ventaja a los Ciudadanos. Sorpresa, en la Casa Blanca, hasta que seis minutos más tarde Marcelo igualó el encuentro con una pincelada. El City volvería a sorprender de la mano de Aleksandar Kolarov, pero en cinco minutos el Real lo dio vuelta y cerró la historia: primero Karim Benzema y luego Cristiano Ronaldo -en tiempo cumplido- pusieron el 3 a 2 final.
Increíble, para el infarto. Fue triunfo para el Merengue, que fue más... pero que a poco del cierre estaba casi vencido.
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